La Universidad de Alcalá fue fundada en 1499 como proyecto educativo absolutamente novedoso. En él se conciliaban los mejores modelos de la tradición de entonces -París y Salamanca- con aquellos otros más innovadores como Bolonia y Lovaina. Por sus aulas enseñaron y estudiaron grandes maestros como Nebrija, Ignacio de Loyola, Lope de Vega, Quevedo, etc.
La singularidad del modelo universitario, la aportación histórica a las letras y a las ciencias, a la belleza y riqueza de sus edificios ha hecho que el 2 de Diciembre de 1998, la UNESCO declarara la Universidad de Alcalá, Patrimonio de la Humanidad.